martes, 12 de abril de 2011

Una torre de sabores

Hoy os subo una receta que hice hará un tiempecillo con restos encontrados en la nevera. Aquel día abrí la nevera, y me encontré unos espárragos verdes, unos champiñones, un poco de queso y huevos (ná del otro mundo…) Con estos ingredientes monté este plato, llamado una torre de sabores

Qué necesitamos (ingredientes para unas 4 personas):
Un manojo de espárragos verdes (congelados o naturales)
Una bandeja Champiñones (quien dice esto dice setas, boletus, etc…)
Un trozo de queso (el que nos guste para rallar)
Huevo (1 por comensal)
Patatas (para freir)
Aceite
Sal
Pimienta
Nuez moscada
Vino (blanco, para la comida y el cocinero…)

Montaje
Empezamos pochando los champiñones, siempre mejor naturales, los cortamos a nuestro gusto (laminas, en cuatro, etc…) y los ponemos en una sartén con un poquito de aceite. Sal, pimienta y un poquito de nuez moscada  y a fuego bajo dejamos que vaya soltando esa agua de vegetación y se vayan haciendo. Echamos un buen chorreón de vino blanco (medio vaso, el otro medio para el chef) y dejamos reducir (opcionalmente podemos poner un chorreón de brandy y flambeamos, quedándonos un toquecillo dulce, que no queda mal) Apartamos

Los esparragos, si son naturales, escaldamos con agua unos minutos (agua hirviendo unos 4 minutos y colamos, refrescando con agua de grifo para cortar la cocción y que no pierdan su tonalidad verde) Si son congelados, nos olvidamos de este paso previo.
En una sartén (mejor parrilla) ponemos los espárragos, salpimentamos y hacemos al punto (opcionalmente también podemos poner ajo en polvo, sobre gustos…) Lo del punto está en cada cocinero, hay gente que les gustan más pasados y a otros les gustara vuelta y vuelta. Apartamos.

Hacemos las patatas: mi abuela, que en paz descanse, las cortaba muy finas en medias lunas y así están en el montaje final, cada uno con su mecanismo, se fríen y se apartan
El huevo es otra historia: la yema dura, la yema blanda, sin partes blancas, etc. A mí, para esta “creación” me gusta que la yema esté blanda para mojar pan
Y a montar: para ello, me compré hace un tiempecillo un rectángulo de acero inoxidable para emplatar (en cualquier tienda del hogar, sección cocina) Bueno, en el fondo del rectángulo ponemos los champiñones, rallamos en lo alto queso (a mi, personalmente, me encanta el parmesano y a este plato le viene bien un queso de sabor intenso), ponemos una capa de espárragos verdes, rallamos de nuevo queso, la cama de patatas fritas y rematamos con el huevo frito
Y a comer enseguida, antes que se enfríe.
Bueno, ya me contaréis
y aqui está el plato, que lo disfrutéis

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